Entropía y la creación de llaves
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🔑 Entropía y la creación de llaves
Primero que nada, hay que entender que una nueva llave pública —una nueva dirección— introduce entropía a todo el sistema. Es un nuevo nodo en el universo. La red responde generando nuevas conexiones, reorganizando sus caminos internos, reajustando rutas, como un bosque que se abre paso entre raíces antiguas.
Pero, generar aleatoriedad real es difícil.
Lo que usamos, incluso en los sistemas más avanzados, son generadores de números pseudoaleatorios. Esto significa que toman datos del entorno —del ruido del ventilador, del timing entre pulsaciones, de las estrellas, si se pudiera— y los combinan para formar una secuencia lo suficientemente caótica, aunque en esencia, calculada.
El momento clave sucede cuando un usuario trae consigo una semilla. Una cadena de 12, 18 o 24 palabras. Solo él conoce su origen. Solo él tiene el derecho y la responsabilidad de protegerla. Esta semilla es su llave al reino, su identidad secreta en la red.
En 2022, antes del nacimiento de muchas L2 (cadenas de segunda capa sobre Ethereum), se llevó a cabo una ceremonia pública para generar la llave inicial de su universo.
Esta ceremonia, conocida como el Trusted Setup, consistió en una colaboración de miles de participantes alrededor del mundo. Cada uno contribuyó con un fragmento de entropía —ya sea moviendo su mouse, grabando ruidos, o incluso leyendo poesía al azar— para construir una única clave maestra.
El principio era simple: si al menos uno de los participantes no mentía, la clave sería segura.
Esto sentó las bases criptográficas para zk-rollups y otras soluciones L2 que ahora validan millones de transacciones.